jueves, 16 de octubre de 2014

Volviendo a la niñez

Las frambuesas siempre me llevan de vuelta a mi niñez. Corretear por el huerto de mi abuelo en busca de aventuras, cogiendo fresas, cerezas, frambuesas muy felizmente. Y es que no hay mejor etapa que la niñez, el único pero que puedo ponerle es el constante deseo de hacerse mayor… ojalá todos pudiéramos volver a nuestros mini yo para advertir de que no hay mejor edad que la que estás viviendo en cada momento. Así que para volver a saborear esos momentos he decidido elaborar una receta con matices felices. Hoy me pongo manos a la manga con este postre de frambuesa, crema chantilly y galleta de almendra. ¡A triunfar!




Copas de felicidad

Dificultad baja
Tiempo de preparación 10 min
Tiempo de cocción 5min


_para la crema chantilly
150ml de nata
15gr azúcar
50gr de chocolate blanco
Media vaina de vainilla

_para la galleta
60gr mantequilla
40gr azúcar
1 yema de huevo
100gr harina de almendra

_salsa de frambuesas
100gr fresas
50gr frambuesas
20gr azúcar opcional


_Preparación 

.1 Calentar la nata con la vainilla hasta que rompa a hervir e incorporarla al chocolate blanco picado a cuchillo a pequeños pedacitos. Dejar un minuto y remover hasta conseguir una crema homogénea. Enfriar en la nevera mínimo una hora.
.2 teniendo todos los ingredientes a temperatura ambiente hay que hacer una masa con la ayuda de un tenedor al principio y con las manos para terminar de formar una bolita. Estirar con el rodillo, hay que hacerlas de un grosor no superior 0.5cm para que queden bien crujientes y aporten textura a nuestra copa.
Hay que tener las copas elegidas antes de hornear las galletas ya que el diámetro de la galleta tiene que ser ligeramente mayor al de la copa porque al hacerse las galletas pueden encoger su tamaño. No es necesario tener un cortador, la masa se puede cortar con otro vaso.
.3 Triturar la fruta fresca o congelada (este fue mi caso) y colarla para eliminar las pepitas.

.4 montar las copitas poniendo un poco de salsa en el fondo, la crema con una boquilla tipo rosa. Colocar con cuidado la galleta y unas frambuesas por encima. La guinda del postre y la chispa de color es la menta totalmente opcional. 


Ahora solo queda dar un golpecito de cuchara que hará romper la galleta y comer de un bocado la mezcla deliciosa. 


3 comentarios:

  1. Por dios... pero que buena pinta! Por desgracia crecí en una ciudad, así que lo de comer frambuesas o moras silvestres no lo probé mucho en mi infancia, pero desde que me he aficionado a la repostería, que adoro los sabores de las frutas silvestres. Me apunto la receta ^^

    ¡Un beso!

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  2. Ays, pero qué buena pinta que tiene!!!
    Besotes!!!

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  3. Vaya pinta diva, espero que estuviera rico rico. ^^

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